El mismo lugar, un nuevo año, un nuevo
inicio. Las mismas charlas, las mismas expectativas, las mismas promesas. El verdor
cubriéndolo todo, las lluvias aún presentes, faltando días por marcharse. Ver el
espacio vacío que pronto se llenará de ruidos, de voces, de silencios, de risas, de
murmullos.
Nuevos rostros que mirar, nuevos ojos que
miran, todavía pocos. Con los días se volverán más y serán todos los nombres y
rostros por aprender y dejar de recordar a los ausentes. Nuevas querencias,
nuevos miedos que vencer, nuevas manos que tomar, nuevos pasos que guiar.
Ser la voz parlante y cantante, el capitán de
la nave que cada año zarpa a nuevo puerto o se hunde en la nada. Ser lo que se
espera. Ser el inicio y el epílogo de muchas vidas
entrantes y salientes. Ser la huella imborrable o el escupitajo del olvido. Ser
el asombro o la indiferencia absoluta.