lunes, 23 de julio de 2012

Llegó


Ocurrió de pronto, inesperadamente. Caer el fruto maduro, encontrar la aguja en el pajar. Saber el conejo por dónde ir, tener el cuento, final feliz. Trastocar costumbres atávicas, solitarias. Sorpresa entre las manos que rebalsan los dedos.
Actuar a tropiezos, no existir diferencia entre dormir y soñar; andar ido, más usual de lo normal. Tener la mente ocupada en una imagen, una voz, un nombre extraño que no acaba de despegar de la lengua, palabras por decir, herrumbradas por el olvido.
Sentirse extraño y confiado, caminando al precipicio y arrojándose al vacío, crédulo y convecido de que brotarán alas para volar.


Ciudad Capital



Llegar a donde se prometió nunca ir. Tener los ojos bien abiertos, lo vasto al frente. Información nueva por procesar, estampas por recordar, buscar abarcarlo todo sin perder detalle alguno. Es la gran ciudad. Temida y gris capital. Entrar a las fauces que todo lo tragan.
Sentirse resguardado entre cuatro paredes de hotel, fisgoneando la calle discurrir de ruidos y luces, de gente y movimientos por doquier. Atreverse a salir, con la mirada alerta, el paso aprisa y los bolsillos vacíos. Caminar acompañado y aún teniendo miedo.
Hacer de tripas, corazón e ir a buscar lo aún no hallado. Encontrarlo y regresar triunfante, el sudor frío en la espalda y las manos llenas, satisfechas.
Tomar el bus de despedida y mirar, alejarse, con tristeza la ciudad temida. Prometer volver, con el mismo temor y la seguridad de encontrar lo buscado.


Viajar



Meter en una mochila las expectativas, las esperanzas, los miedos, el pasado, el futuro incierto y añorar que lo ansiado ocurra. Llegar tan lejos, por vez primera, y acaso por última vez.
No poder conciliar el sueño, tragarse todo por no tener a quien confiar tantas emociones y contradicciones juntas. Controlar, subyugar los latidos que delaten ansiedad. La voz fría, la risa disfrazándolo todo, sin uñas por morder. Solo esperar, la extensa espera. Ser la felicidad, apéndice, extensión de lo hecho y vivido. De lo obtenido a manos de otros. Tal cual.
Historia con final esperado, el objetivo a cumplirse a mediano plazo. Media sonrisa, como señal de triunfo y no más. Lo hecho ya está.
A pensar en otra cosa, mariposa.