martes, 7 de febrero de 2012

Despertóse el hombre, de pronto


Y el hombre, se irguió, se posó sobre sus patas traseras y dudando de lo que iba a suceder y hacer, estiró y posó su pie sobre la tierra aún naciente. Dudando, dudando poso su otro pie más adelante del otro. El primer paso había ocurrido. Se detuvo, vio sus pies detenidos en un paso eterno. Respiró hondo y repitió el proceso. Pie adelante, pie detrás. Pie delante, pie detrás. Las primeras pisadas humanas se marcaron en la arena. El hombre vio que era bueno lo que hacía y siguió haciéndolo sin cesar.
El horizonte, amplio, inabarcable lo esperaba. Miles de caminos por recorrer, millones de pasos por dar. Para llegar a todas partes y a ninguna a la vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario